¡Buenos días! Me siento como Ana de Frozen ahora mismo, helada. Winter has returned (el invierno ha vuelo) y además lo ha hecho con niebla, para parecer más interesante. Lo único que falta es que nieve ya en Madrid y podemos dar palmas con las orejas.
En cierto modo el invierno es una estación bonita, vale aunque haga mucho frío, los colores apagados de los árboles, del cielo e incluso a veces de la ropa, le da un cierto toque romántico. Por lo menos a mi me lo parece. Además, el cielo invernal por la noche es precioso, si no os habéis dado cuenta tenéis que levantar vuestras cabezas de la tierra y observar la maravilla del firmamento.
Si observáis bien Venus y Marte son más visibles mirando hacia el oeste tras la puesta de sol, y Saturno se verá hacia el sur-este antes del amanecer. Mientras que júpiter se verá entrada la noche.
En cuento a las constelaciones, Orión es la reina y alrededor de la estrella polar se pueden ver Casiopea, la Osa Menor y Cefeo. La que más fácil encuentro yo es la Osa Menor siempre la veo y me encanta. Pero además también se pueden ver las doce estrellas más brillantes del cielo: Sirio, Arturo, Vega, Capela, Rigel, Proción, Betelgeuse, Altair, Aldebarán, Antares, Espiga y Pólux. Y por supuesto, la luna. Ahora se puede ver más nítida y grande.
Foto: https://astrotrueba.wordpress.com/ |
No sé a vosotros pero algunos nombres de estrellas me suenan mucho, como Aldebarán se parece a Alderaan, el alma de la república en Stars Wars. O Altair que en versión asesino es Altaïr, uno de los Assassins Creed (un videojuego). Sin duda las estrellas han inspirado a muchos otros para nombrar tanto a personajes literarios como cinematográficos.
Claro que esos nombres se les fue dado a las estrellas desde la Edad Antigua, en realidad el origen de los nombres de las estrellas provienen de los Griegos y los Árabes. Por lo menos los conocidos actualmente, ya que los antiguos sumerios, egipcios y muchos otros, conocían las constelaciones y los planetas, les dieron sus respectivos nombres. Y de ahí los Griegos y los Árabes fueron desarrollando el mapa estelar. Aunque el nombre que les dieron los antiguos sumerios y egipcios no son tan conocidos porque los Griegos y los Árabes ya se ocuparon de cobrar protagonismo y olvidar a los otros o transformarlos a sus gustos.
Un ejemplo que he encontrado en el blog de Adela Ferrer es: "La constelación de Cefeo recibe el nombre griego, pero arabizado: KIFAUS, mientras que una de sus estrellas tiene un nombre árabe: la alfa, ALDERAMÍN, que viene del árabe EL DRAÀ EL IMIN, “el brazo derecho” y hace referencia a la figura celeste que ilustra el mito griego de Cefeo; mientras que otras dos estrellas tienen nombres referidos específicamente a asuntos propios del pastoreo: la beta, ALFIRK que viene del árabe AL FRIRQ “el rebaño”, y la gamma, ERRAI de AR RAI, “el pastor”".
Está claro que la cultura Griega y Árabe la trasladaron a las constelaciones, por eso el significado de muchos de los nombres tienen referencias a mitos o a la cultura de sus pueblos. El mundo de la Astronomía es amplio y fascinante y da para muchas entradas, así que es probable que hable más sobre ello, de su historia y su relación con temas actuales.
Espero que os haya gustado la entrada, ahora os dejo con el deseo de que esta noche levantéis la cabeza para admirar el cielo y sus misterios.
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo "La noche está estrellada, Y titilan, azules, los astros, a lo lejos"". Pablo Neruda.
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