Avatar, La leyenda de Aang es una serie de animación que tiene como
protagonistas a una serie de niños con un cometido muy especial. A simple
vista, parece una serie bastante infantil, ya que los protagonistas se
encuentran en una edad tierna y por tanto aún son inmaduros, inexpertos e
inocentes.
Sin embargo, el argumento tiene un peso importante y no resulta infantil ya
que hay personajes que mueren, guerras que se libran, ambición, pobreza y
manipulación. Sin duda esta serie tiene una habilidad especial para atraparte
con sus personajes, acabas empatizando con ellos y sintiendo las mismas cosas
que ellos sienten.
Pero lo que más atrae de esta serie es la exquisita imaginación de los guionistas al introducir el control de los elementos de la naturaleza como si de un arte marcial se tratase. Resulta tremendamente espectacular los combates que van sucediendo en la serie a medida que ésta avanza y los protagonistas se van haciendo más y más experimentados en el uso del control de los elementos. Es un absoluto deleite visual.
Iroh |
En cuanto a la duración de la serie me parece bastante apropiada, no está
alargada descaradamente para sacar provecho económico como sucede en otras.
Fluye de forma constante y a buen ritmo, aunque se nota que algunos capítulos
son un poco más de relleno.
La sensación que podríamos tener en la primera temporada no tiene nada que
ver a la que tendremos en la tercera y cuarta temporada, mostrándonos unos
personajes que han sido forzados a madurar antes de
tiempo por el bien del mundo y con una inmensa responsabilidad que recae sobre
sus hombros.
Por último, los capítulos finales son un sueño para cualquier fan, en ellos
la serie goza de un despliegue visual, técnico y argumental bestiales. Casi da
la sensación de que los creadores de la serie quisieran agradecer el apoyo de
los fans con semejantes capitulazos que no tienen desperdicio alguno y
derrochan talento por los cuatro costados.
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