La vacuidad de la vida.

Publicado por Selvi |26 de febrero 2012

Puede que la palabra "Vacuidad" nos extasie con sus monemas o su sonoridad, puede que sea el sentido de la misma lo que nos deje sin palabras. Algo vacuo, vacío...algo muerto. ¿Será verdad que todo lo muerto esté  vacío? ¿O es el vacío lo que está muerto? ¿Puede haber vida en el vacío? Sin duda es algo que puede ocurrir sino mirar de lo que está hecho el universo, de materia oscura, antimateria o vacío, y de ahí surgieron los planetas y los sistemas solares. Del propio vacío nacen bacterias y microorganismos, de hecho el otorgarle una palabra a ese vacío es ya darle algo de vida, porque algo que vive es algo que existe, sino existiese ¿cómo sabríamos que está ahí? ¿y para qué darle un nombre entonces? La muerte es el vacío en nuestra vida, es algo vivo pero a la vez muerto, es la muerte en vida. A pesar de ver un cadáver frío e inmóvil, sigue habiendo vida en él, puede que no de la misma forma que antes, pero si distinta. Somos energía, y cómo un buen señor dijo en su momento "la energía no se destruye, sólo se transforma", en relación con el Karma y la reencarnación . Cuando el cuerpo deja de ser esa carne tangible que podemos aprehender, pasa a ser esa energía que mueve el universo. La muerte siempre ha sido un tema recurrente a lo largo del tiempo, muchos han defendido que hay algo más allá de la muerte, que dentro de nosotros existe un alma que trasciende hasta el cielo. No lo sé, puede que tengan razón o no, pero una vez muertos dejamos de ser lo que un día fuimos. Si nos entierran bajo tierra, puede que acabemos formando parte de la misma tierra, de sus raíces, puede que florezcamos en una flor, puede que crezcamos en un árbol. Si nos incineran y nos tiran al mar, nos fundiremos con el agua salada del mar, penetraremos dentro de algún ser vivo, un pez, quizás un tiburón. Y si nuestro cuerpo acaba siendo un instrumento para la ciencia, contribuiremos a salvar la vida de alguien. Y finalmente acabaremos fundiéndonos con el ambiente. "Las cenizas a las cenizas".

Por lo tanto la expresión "la vacuidad de la vida" ¿qué nos sugiere? ¿quizás un agujero negro lleno de vida? ¿Una antimateria invisible que nos rodea? La vida, ese algo indefinido que hace que estemos vivos, que podamos respirar, andar, comer...pensar. Eso que nos impulsa cada día a superarnos a sobrevivir en un futuro incierto. Sin la vida no habría muerte, y sin la muerte no habría vida, porque el concepto de vida que conocemos es el hecho de evolucionar, es un movimiento perfecto. Algo que alza el vuelo y después cae. Sin la muerte, sólo habría eternidad. Pero no habría nacimiento. ¿Puede que la muerte sea el origen de la vida? ¿O es la vida el origen de la muerte? un ejemplo de esta cuestión es ¿qué fue antes, la gallina o el huevo?, sin duda estas cuestiones seguirán formando parte de nuestra existencia, sin ellas veríamos la vida sin sentido, sin misterio. Una vida sin sentido podría ser una vida vacía, pero no hay nada vacío absolutamente o algo sin sentido, sólo una vida sin ganas de vivir o sin quererle ver el sentido. Todo tiene sentido, lo que no comprendemos o no vemos el sentido, es porque todavía no se lo hemos encontrado, o no queremos hacerlo en caso de que si lo tenga. 

Una vida, una muerte, un vacío, una nada, un sin sentido...todo depende de nosotros. De lo que queramos ver, apercibir, aprehender. Aunque nuestro cerebro sea limitado y sólo podamos contemplar lo que nuestros sentidos nos ofrezcan, somo nosotros, nuestro "yo" el que debe elegir si eso es válido, si nos vale esa realidad aparente, o si queremos llegar al otro lado de la habitación, en el caso de que exista. ¿Pero si no lo intentamos, cómo vamos a saber si existe o no?.