El pájaro piropeador


Hoy andando por la calle he oído un silbido que me ha animado mucho. Sí, el clásico silbido característico del ligoteo. Yo, toda confiada y animada me volví a mirar para ver quién había sido, hasta que me di cuenta de que en realidad no había sido nadie. Para mi sorpresa un loro asomado en una ventana me miraba con sus insondables ojos negros mientras realizaba dicho silbido delator.
Cómo podéis imaginar mi ánimo cayó por los suelos, hasta que me hizo preguntarme ¿por qué a nadie se le habia ocurrido crear un trabajo de piropeador ? Porque en realidad a quién no le gusta que de vez en cuando les digan una cosa bonita. Si es cierto que el clásico obrerete con su insultante piropo no nos agrada, ¿pero aquellos simples piropos que antaño se decían? Como un:
-Guapaaa

Por mi parte no me importa que me digan de vez en cuando guapa, claro que antiguamente el piropo no era una palabra bonita, sino, una piedra roja que regalaban los hombres a las mujeres. Sí, es que en realidad la palabra piropo viene del latín pyropus, una piedra fina de color rojo fuego y del significado literal de la palabra deriva el sentido de lisonja o piropo.
Hay que reconocer que el ser humano siempre intenta sentirse seguro y querido por el resto del grupo social. Y muchas veces nos quejamos de que estamos sólos o que nadie nos hace caso, y cuando un desconocido por la calle nos suelta un piropo bonito, echamos pestes, aunque en realidad en nuestro fuero interno, recordaremos ese piropo con gusto para cuando nos sintamos deprimidos. Lo que me lleva a pensar ¿qué tiene de malo decir algo bonito a los demás? si lo hiciésemos seguramente la vida sería mucho más alegre y divertida. Y sino que se lo digan al loro, que no paraba de silbar a todo el que pasaba por delante. ¿Es que el hombre tiene menos derecho que el loro? De todos modos como la tradición del piropo ya va quedando obsoleta, habrá que consolarse con el típico pájaro piropeador. A partir de ahora, cada vez que me encuentre deprimida me aseguraré de pasar cerca de mi loro piropeador para subirme el ánimo.
¿Qué mejor pretendiente?

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