Una palabra. Una acción. Una caricia. Un motivo por el que vivir merezca la pena. Lily miraba a través de la ventana el mar bravío que se mecía con furia. El cielo estaba encapotado, como su vida. Las cosas nunca le salían como a elle le gustaría. Sus proyectos nunca terminaba de completarlos, no tenía motivación alguna, sólo le consolaba leer. Se introducía en las historias como si fuesen su salvavidas. Lo que ella no sabía era que esas historias robaban sus posibilidad de vivir, vivir en la realidad. Cuando la línea entre ficción y realidad se entremezclan estás perdida.Ahora Lily era consciente de todo lo que se había perdido por haber vivido a través de los libros, aunque los libros fuesen buenos amigos, estos no hablaban, no se movían, aunque ella lo deseara con todas sus fuerzas. Pero la vida no es tan sencilla, y esa es un lección que nadie te enseña, sólo lo puedes saber viviendo. Lily se apartó de la ventana, cerró el libro que estaba leyendo y decidió darse una oportunidad para ser como una de sus heroínas que tanto admiraba en sus libros. Por fin iba a vivir su vida. Lo que tampoco sabía, era que no le quedaba tanto por vivir. La enfermedad se ocultaba en su corazón como una serpiente, retorciendo toda la libertad que ella tenía.La enfermedad horrible, contagiosa y adictiva era...la escritura. Ahora de verdad había descubierto lo que era la libertad. Lily abrió el ordenador y se puso manos a la obra.Porque la libertad está en nuestra cabeza, en nuestra imaginación ¿Que haríamos sin ella?
En busca de la libertad
Publicado por Selvi
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