Cierra los ojos y respira

Publicado por Selvi |10 de febrero 2015

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Hay personas que no saben si son validas para algo, que se sienten inseguras y con baja autoestima. Ese dolor lo llevan clavado como una astilla en el corazón y no saben como arrancárselo. Pero hay una cosa que nadie les ha dicho, que esos dos "horrores" es lo que nos hace aprender día a día. Es lo que nos impulsa a ser mejores personas a mejorar lo que somos para llegar a ser una mejor versión de nosotros mismos. 

Sin duda la buena autoestima y la seguridad nunca se van a asentar en uno mismo de manera permanente, es algo que debemos aprender a conseguir y realizar día a día. Saber que somos valiosos depende de nosotros, de querernos y confiar en nosotros.

Por ello, habrá días que uno se sentirá mal, solo, vacío. En esos momentos es cuando tenemos que darnos cuenta que somos criaturas únicas, que la vida dura poco y que no sirve de nada compadecerse. Hay que sacar fuerzas de donde sea, levantar la cabeza y sonreír. Mirar tu alrededor y dar gracias por seguir vivo, por tener personas que te quieran (siempre habrá alguien que te quiera, familia, amigos, incluso los libros). Si piensas que no tienes a nadie es que no has mirado bien, quizás te has centrado tanto en ti y en tu dolor que no te has dado cuenta.

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Los libros son compañeros de viaje, al igual que las personas, y hay veces que sólo los libros nos pueden consolar o hacernos aprender alguna lección. 

Si alguna vez te has sentido así, siéntate, cierra los ojos y ponte música. Respira y piensa en todo lo bueno que puedes ofrecer al mundo, en todo lo que pueden perder los demás si no te tuvieran. Después de lo que te hayas respondido sabrás en qué tienes que trabajar y cómo conseguir lo que quieres.

Pero nunca pierdas de vista que eres valioso, único y lo mejor que hay en el universo. Abre los ojos déjate arrastrar por las maravillas de la naturaleza. Como los pájaros cantan por la mañana (aunque sean las cuatro de la mañana), como cambian de tonalidad los árboles en cada estación. 

Respira el aire frío de invierno y que llene tus pulmones de vida. Aprecia a los demás y siéntete en paz contigo mismo.